Te imagino con los ojos iluminados
pensando que podrás por fin
encontrarme.
Imagino como la luz se va
cada vez que llegas a la esquina.
Ayer te vi, tu
juraste verme. Gritaste mi nombre.
Partiste mi alma en dos.
Corrí, corrí para que cuando llegarás
no me encontrarás.
Hoy, te escribo para que sepas,
no te estas volviendo loco.
Cada vez que estoy ahí,
lo estoy, sólo salgo disparada
como bala hacia su siguiente víctima.
Me convierto en pájaro,
subo a las copas de los árboles
y espero
a ver la luz desaparecer,
por enésima vez.
Lamento que nunca me vuelvas a ver.
Lamentó ser yo la que quita la luz,
pero tienes que entender...
Faltan cielos para lo largo de mis alas,
y tu,
eres apenas un pez intentando volar.