viernes, 22 de agosto de 2014

Gris

Ese gris no me mira.
Son las ocho treinta y
ese gris no me mira.

Son las ocho treinta.
Son las ocho treinta.

Ese gris, en cambio, me dedica una sonrisa.
Una sonrisa que se ilumina gracias a lo anaranjado de su baraba.
Ese gris me sonríe.

Son las ocho treinta.
Son las ocho treinta. 

Ese gris me acaricia la espalda
Me pregunta, me platica. 
Ese gris se interesa.

Son los ocho treinta.
Son las ocho treinta.

Ese gris no me mira.
Ese gris no me mira.

Son los ocho treinta.

Por favor gris
¡Gris!
¡Gris!
¡Gris!....

Mírame. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario