lunes, 29 de diciembre de 2014

Mis noches.

La noche es para estar acompañado. 

La luna me ha pedido que no salga sola, 
que su belleza es demasiada para admirarla sola.
La luna me ha pedido que la mire con alguien a mi lado, con alguien que aprecie su belleza tanto como yo.

La noche se enoja sí estoy sola.
La noche me ruega que tome de la mano a alguien, que le diga que me acompañe, 
que me acompañe a sentir lo negra que es.

Las estrellas me gritaron.
Salí sin nadie y me dejaron de querer.
Les roge que me perdonaran,
me dieron un ultimátum.

"!Las noches sin alguien no valen la pena,
Esta noche debes estar acompañada, 
dar tu corazón, dar tu alma.
Admirar la luna, la obscuridad y sonríe por nosotras!"

Llego la noche. 
Lo tome de la mano,
le pedi que me acompañara. 

Admiramos juntos.
Lo negro de la noche nos invadió,
la luna nos guió.

Las estrellas me perdonaron.
Me vieron sonreír,
¿pero cómo les digo que no fue por ellas, si no por el que tomaba mi mano  mientras yo admirba su belleza?







domingo, 30 de noviembre de 2014

Tren acumulado

Ocho horas de viaje.   
Demasiadas hojas en blanco,
demasiadas palabras no dichas,
no expresadas.

Cinco horas dormida.
Demasiadas veces se repitieron en mi cabeza esas últimas sonrisas, 
demasiadas veces pensé que te tenía de vuelta una vez más.

Tres horas mirando por la ventana.
Demasiadas veces vi mi cara reflejada, una cara que no comprendía.
Demasiadas veces te veía reflejado detrás de mi.

Demasiadas veces intente entender que me habías hecho.
Demasiadas veces intente entender como me deje quererte.
Demasiadas veces intente que mi mente dejara de jugar conmigo.

Demasiadas veces. 
Eran sólo ocho horas de viaje.
Pero fueron demasiadas veces las que te pensé. 

Mentiras.

Caminaremos hasta ver las estrellas. 

Salí de un montón de risas
a una noche nublada.
Nublada. 

Caminaríamos hasta ver estrellas.
Ya sonaba algo imposible. 
Aún así camine,
emocionada. 

Caminamos.
Caminamos tanto tiempo.
Tanto tiempo.
Creíamos ver estrellas. 

Era una noche nublada.
NO había estrellas.
Pero las veíamos. 
Tu y yo, 
veíamos estrellas.

A veces me pregunto 
si todo fue inocencia,
por falta de experiencia. 
A veces  me preguntas 
si todo era honesto, 
si todo era perfecto.

Te culpe mil veces.
Te odie mil veces.
Me harte de sentir,
me harte de vivirte. 

Cuando tu veías estrellas
yo veía sueños derrotados.
Cuando tu veías estrellas
yo me veía enclaustrada,
en una jaula,
Como pájaro doméstico.

No soy canario.

Te cuplé mil veces por hacerme sentir.
Te cuplé mil veces por hacerme vivir.

Caminaríamos hasta ver estrellas.
Las vimos.
Todo era perfecto,
pero nada era honesto
Y por eso,
lo siento.

Mil veces lo siento. 













sábado, 1 de noviembre de 2014

Pájaros bicolor.

Mi boca despertó con ganas de café. 
Mi cuerpo despertó sin ganas de levantarse.
Mis ojos despertaron con esperanzas de volverte a ver. 

Los daños hechos la noche pasada seguían persiguiéndome,
esas cenizas seguían callendo sobre mi, a veces
pensaba que seguía explotando. 

Con cada cerrar de ojos te veía 
como te deje. Negro. 
Con cada paso te sentía
como te deje. Blanco. 

Una vez llena de café salí en tu búsqueda.
Recorrí las mismas calles por horas.
Te buscaba en el piso,
en banquetas, en bancas, en cafés.
Te busque en las copas de los árboles.

Pero,

pero los daños me impedían ver claro.
Me impedían entender mi presente, o 
comprender mi pasado. 

Mis ojos lloraban.
Empezaban a perder esperanza. 
Mi cuerpo trataba. 
Fallaba.  

Noche.

Te deje de buscar, 
deje de mirar los negros,
deje de repasar los blancos. 

Café, sólo necesitaba café.
Uno como esos de cuando te conocí,
de esos con sabor a tostadito y
con galleta de gengibre.

Sólo así cuando la noche me invitaba a dormir,
cuando mi corazón ya había saboreado ese café pasado,
cuando mis ojos cesaron,

apareciste. 

Me sonreíste.
Baje la mirada.
Te invite un café, 
me comí tu galleta.

Ese blanco se transformó, 
el negro lo controló.

Seguíamos explotando. 


martes, 21 de octubre de 2014

Doroteen

Mis pies pedían descanso.
Mi estómago pedía alimento.
Mi corazón pedía cariño.

Después apareciste tu.
Mi querido doroteen,
el que me comprendía,
el que me daba la fuerza para seguir.

Doroteen,
ese que preguntaba como me llamaba,
ese que preguntaba como me sentía.
Ese Doroteen.

Mis pies decidieron partir.
Mi droga, esa droga ya la había encontrado.
Ya había encontrado a mi Doroteen.

Pero tu, 
ese primer Doroteen,
esa primera risa.
Doroteen, no hay nadie como tu. 

El del este,
el del frío, 
el del hambre.

Ese siempre serás tu. 
Mi Doroteen. 


lunes, 13 de octubre de 2014

Vamos a pretender que tú y yo
no somos nada.
Vamos a prenteneder,
que hoy,
tú y yo somos parte de otro mundo.

Pretendamos que somos parte de esta  tierra.
Que nuestras piernas son raízes, 
Que nuestros brazos son espinas.
Que nuestra mente es la punta de una montaña.

Pretendamos que el amor no existe.
Pretendamos que irse no es una opción.
Pretendamos que el destino no se nos interpone nunca.

Pretendamos que nunca te conocí.
Pretendamos que la distancia no existe.
Pretendamos ser uno, sin necesidad del otro.

Pretendamos que el amor no existe.
Pretendamos que somos parte de esta tierra.
Y talvez así, 
deje de extrañarte. 

sábado, 27 de septiembre de 2014

Hamburgo

Capitán. 
Capitán de ese inmenso barco negro
que conquista los mares e hipnotiza en cada puerto.

Capitán.
Capitán con corazón grande,
con ojos deseosos. 
¡Que aventuras tan inolvidables!

Capitán.
Dime capitán, 
que me quieres como a ninguna, 
que me extrañas sin mesura.  

Quiero que me digas que mi puerto es el más bello. 
Que mi figura es la más rara, 
que mi mirada es un hallazgo, 
que mis manos son de plata. 

Capitán. 
Capitán que vino a conquistar mi vida.
Que vino con la idea de cambiar la suya.
Capitán, capitán alemán. 

Quiero que me digas que mi puerto es el más bello.
Que mi figura es la más rara, 
que mi mirada es un hallazgo,
que mis manos son de plata.

¡Ay capitán!
Dime capitán,
que me quieres como a ninguna, 
que me extrañas sin mesura.

Dime, 
Dime capitán alemán. 

sábado, 30 de agosto de 2014

Perderte

Rat 
Rat rat
Ratatatata.

Pasas tu mano por la reja mientras caminas.
Caminas sin sentido,
no mirando atrás.

Rat 
Rat rat
Ratatatata.

Caminas con una mano en el bolsillo.
Pareces un viajero en busca de algo nuevo.
Buscas. 

Rat 
Rat rat
Ratatatata.

Caminas y caminas
Sin mirar, sin amar. 
Tu caminar invita a seguirte 
Invita a querer seguirte siempre.

Rat 
Rat rat
Ratatatata.

Si pudieras correrías hacia algo nuevo,
Si pudieras te perderías en lo negro de la noche. 

Rat
Rat rat
Ratatatata.

Pero es de noche
sólo caminas 
para perderte. 

Son tus manos, es mi tiempo.

                 Con todo mi cariño para Rafita, gracias por leer mi gran aventura. 
                                    (El título se lo puso el,así que es un poema en conjunto)

El tiempo se escurre.
Se pasa por mis venas y se nota debajo de mis ojos.
Después el tiempo para, 
te veo. 
A ti se te desliza el tiempo, se te siente en las manos. 

Para.

Nos detengo en el tiempo.
Nos detengo en esa primera risa compartida. 
Cada línea de tus manos sigue igual que el día que primero las tomé.
Mis ojos siguen viéndote con la misma fascinación.

El tiempo corre pero nos trata distinto, nos ha dado golpes, 
nos ha mareado,
ahogado, aburrido. 
El tiempo corre pero esas risas siguen resonando en mi cabeza.

Para.

Nos detienes en el tiempo.
Nos detienes en esa última sonrisa compartida. 
Recuerdas cada línea de nuestras sonrisas.
Recuerdas cada destello de mi mirada. 

A mi el tiempo se me escurre,
a ti el tiempo se te desliza.
Pero al final es
tiempo.





viernes, 22 de agosto de 2014

Gris

Ese gris no me mira.
Son las ocho treinta y
ese gris no me mira.

Son las ocho treinta.
Son las ocho treinta.

Ese gris, en cambio, me dedica una sonrisa.
Una sonrisa que se ilumina gracias a lo anaranjado de su baraba.
Ese gris me sonríe.

Son las ocho treinta.
Son las ocho treinta. 

Ese gris me acaricia la espalda
Me pregunta, me platica. 
Ese gris se interesa.

Son los ocho treinta.
Son las ocho treinta.

Ese gris no me mira.
Ese gris no me mira.

Son los ocho treinta.

Por favor gris
¡Gris!
¡Gris!
¡Gris!....

Mírame. 

sábado, 16 de agosto de 2014

Parc des buttes-chaumont.

Hojas que no caen.
Hojas que sólo enverdecen.

Las gotas de lluvia.

Las gotas de lluvia intentan 
intentan desgarrar la vida de los gigantes.
Intentan,
intentan matar la vida del lago.

Las criaturas con alas.

Las criaturas con alas luchan,
luchan contra el enfado del cielo,
Intentan resguardarse dónde pueden,
Intentan.

Los gigantes.

Los gigantes se aferran,
se aferran a la tierra.
Intentan, 
intentan mantenerse de pie. 

Pero el cielo pude más.
Invade con fuerza el inmeso pozo de agua. 

Las criaturas escapan a las copas de los gigantes,
intentan defenderse. 

Juntos la fuerza será mayor
tal vez,
superarán la rabia del cielo. 

Nosotros nos refugiamos,
un refugio de gigantes.
Observamos,
observamos la más grande de las batallas.

Esperamos, 
esperamos a salir de aquí a gritarle al mundo.
Gritarle al mundo que ni la más grande de las batallas,
qué ni las más hermosas de las batallas,
nos parará.

Las criaturas.
Los gigantes.
Las gotas de lluvia.

Nosotros,
hojas que no caen,
sólo hojas que enverdecen. 


domingo, 10 de agosto de 2014

Regalando

Le regale mi noche a unos ojos azules, con una mirada hipnotizante,
con manos calientes. 

Le regale mi noche a susurros en el oído, a cariños en distinos idiomas,
a versos románticos.
 
Le regale mi noche a un pueblo pequeño. 
Le regale mi noche a calles empedradas,
a callejones sin salida,
a besos sin miradas, 
a besos sin sentimientos.

Le regale mi noche a unos ojos azules, pero sólo pensaba en esos ojos color chocolate que primero me conquistaron. 

lunes, 21 de julio de 2014

Siempre.

Te sentaste en la silla que tanto te gustaba, 
te mecías mirando directamente hacia mis ojos. 

Comenzaste a contarme la historia de siempre. 

Las aventuras en latino América y tu chica mexicana. 
No dejabas ni un detalle atrás. 
Siempre,
recordabas perfectamente el olor de su pelo, 
el sabor de su piel. 

La recordabas siempre con ojos de juventud 
y durante esos momentos te sentías como la primera vez que la viste.
Joven. 

Me platicabas como,
tu chica no creía mucho en ella 
ni en sus poderes de conquista. 
Te seguía sorprendiendo como lo pensaba, 
para ti ella era la mejor conquistando miradas e invadiendo corazones. 

Se te perdía la mirada.

Recordabas la noche, 
esa noche en donde ella
evitaba mírate a los ojos, 
esa noche en donde ella
quitaba la mano cada vez que la tomabas. 

Nunca comprendiste porque dejo de mírate, 
porque paso correr hacia tus brazos,
no importara lo lejos que estuvieran,
a evitar tus caricias. 

Esa noche perdiste un pedazo de ti,
ese pedazo que nunca pudiste reconquistar.

Luego volvías a recordar esa otra noche
en donde no podrías reconocer las lágrimas 
de las gotas de lluvia que se derramaban por su cara. 

En dónde te explico que quería sacarte de su corazón, 
que quería que dejarás su mente, pero que no podía, 
por más que lo intentará te habías metido en ella como una droga,
se había vuelto adicta a ti. 

Tus ojos se prendían cuando  recordabas, que
mientras te pedía perdón por irse
de sus ojos salían lágrimas azules. 

Tomaste airé, esa parte siempre te dejaba sin aliento.

Me volviste a mirar y sonreíste. 

Siempre habías sabido que iba a regresar,
esa noche fue la más feliz de tu vida.

Dijiste, 
esa noche te veías más bonita que nunca. 



jueves, 3 de julio de 2014

Alum

Horas después todavía me sabes.
Incluso cuando mi boca esta inundada de café, todavía me sabes.
Me sabes.

Mi cuerpo todavía te siente, 
siento tus caderas afiladas sobre mis piernas.
Siento como tus labios intentan grabar cada milímetro de mi cuerpo en tu memoria.

Me sabes y te siento, pero estas lejos.
Somos dos jóvenes viajeros,
un viajero en busca de nuevas tierras dentro de otro.

Horas después te alejas de mi.
La despedida fue forzada, 
ninguno quiere tomar esos pasos lejos del otro. 

Me miraste tan profundo que te regale un pedazo de mi corazón.
Me tocaste tan suave que ahora mi cuerpo sabe al tuyo.
Tu beso tan sincero, tan sincero que no debería haber habido uno último.

La mirada honesta, las manos cálidas,los besos....

Ahora, después de la despedida, todavía recuerdo tu mirada.
Ahora, mi mente recordara todo, mi cuerpo extrañara todo, 

Mientras tu estas sentado en una tren hacia nuevas aventuras, 
yo, estoy sentada recordado cada centímetro de tu cuerpo. 

miércoles, 25 de junio de 2014

Me despido.

No puedo explicar como me siento.

Hay un vacío en mi estómago que muere de hambre, de nuevas experiencias, de nuevas nubes. 
Tengo un nudo en mi garganta que pide a gritos saber que palabras usar en cada despedida.

Y aunque me despido hoy de un lugar lleno de recuerdos y personas, espero mañana encontrarme con mi hogar. Ese hogar en mi corazón que he buscado tanto tiempo. Ese hogar en mi.

Pero tengo miedo. Miedo de perderme y de perderte en el intento. No quiero toparme con un laberinto sin salida, con una mirada hipnotizaste que cambie mi vida.

Estoy preocupada por fracasar, de condescender, de ceder, y de no crecer.

Tal vez sólo deba preocuparme de mi corazón, ya que mi cuerpo estará sano y salvo siempre. En cambio el corazón dirá adiós tantas veces que encontrar de nuevo los pedazos perdidos ser una hazaña interminable.

Pero recolectaré pedazos de otros corazones, pedazos de paisaje, pedazos de cultura. Pedazos de errores, pedazos de vida.

Quiero recorrer el mundo volando.
Quiero volar sin alas.
Quiero encontrar tierras perdidas.
Quiero tomar de la mano a las estaciones para convertirme en su mejor amiga.
Quiero comprender miradas.
Quiero enamorar razones.

Hoy mis pies se convierten en alas y mi corazón en ancla.
Le abro los brazos al futuro y dejo las puertas sin candado en el pasado.

martes, 3 de junio de 2014

Traumatismo

Nunca dejarás de tranquilizar el corazón.
Nunca dejarás de tener esos colores que suavizan la mente.
Tu mirada nunca dejara de convertir mis noches oscuras en noches iluminadas .

Tus manos me trasladan a un mundo magnífico,suave y ligero.
Con esa voz me desprendes de todos los males, las telarañas,los miedos.

Nunca dejarás de tener unas caricias tranquilizantes
Nunca dejarás de mirarme.
Nunca dejarás de cuidarme el corazón.

Tus brazos nunca dejaran que me caiga.
Nunca dejarás que mi cabeza se rompa mil veces dándole vueltas a pensamientos duros.

Nunca dejarás de sanar mi corazón. 
Nunca dejarás de suavizar mi mirada.
Nunca dejarás de tranquilizar mis manos.
Nunca.

Vives la vida sanando. 
Vives la vida amando sin fronteras.
Vives la vida cosiendo las heridas mas profundas.

viernes, 21 de marzo de 2014

Desarmarse

Volví en el tiempo.

Llegue a esa fiesta, en donde me dijiste que me querías.
Te vi tan guapo como lo estabas en ese día. Tan enamorado como lo estabas. 

Ibas vestido exactamente como lo recordaba. Con tu nuevo traje,barato, pero mandado hacer. Me estabas esperando para entrar. Me esperabas fumándote un cigarrillo. En cuanto me viste sonreíste, se te iluminaron los ojos.

Tomaste mi mano, al entrar querías que todos supieran que yo estaba contigo, que ya habías ganado a la chica más hermosa del pueblo. No parabas de sonreír. 

Me presentaste a todos como la luz de tus ojos, el motor de tu corazón. Cualquiera que escuchaba esas palabras me veía como sí hubiera,yo, ganado el mejor premio. Todos creían en nuestro amor, un amor que ni las más grandes tempestades rompería.

La fiesta paso como un pestañeo, pero cuando llego el momento, todo se detuvo. Estaba saliendo del baño, tenía que saltar un poco para regresar a la fiesta, ese saltito cambio mi vida. 
Yo que apenas estaba aprendiendo a caminar en tacones, di el salto pero caí hacia el piso. Tu que me esperabas fuera del baño, me viste caer, te reías. Yo estaba muerta de pena.

Prendiste un cigarrillo, después de dos o tres fumadas, seguias riendo. Yo seguía en el piso. Te arrodillaste y dijiste que me querías, que no querías vivir sin mi. Todavía salía humo de tu boca. 

El resto de la historia ya la sabes tu. Pero ese momento fue el mejor de nuestra relación y tu y yo siempre intentábamos repetirlo, pero nunca funciono.

Volví en el tiempo, me volví a enamorar. Volví a sentirme tonta, mensa, anonadadada por tu increíble sonrisa. Sentía que sólo por ese momento todo lo nuestro habría de haber funcionado, sólo por ese momento no comprendía por que todo había terminado. Después lo recordé todo, recordé que meses después dijiste que partías a un lugar lejos de mi, un lugar que había ganado el  pedazo de corazón que me correspondía. 

Mi corazón se volvió a romper en mil pedazos, mis manos deseaban por otra vez entrelazarse con las tuyas. Mi cuerpo pedía a gritos una carisia para recordar tu calor. 


Cuando desperté mis labios sabían a los tuyos, pero tu ya no estabas. 

lunes, 17 de marzo de 2014

Humo

Bastó con hablarlo para olvidarlo.
Bastó con olvidarlo para enterrarlo.
Bastó con enterrarlo para decidir que estabas muerto.

La luna me pregunta si es cierto,
si es cierto que te he enterré. El sol
me pregunta que si es cierto que te olvidé.
La tierra me pregunta por ti.

Te escribo para decirte lo que sentí
cuando volví al entrar a esa habitación.
Te escribo para compartirte que tú,
más que todos los demás que han dormido ahí,
han dejado su presencia.
Entré después de no verte por mucho tiempo y te extrañé.

Mis zapatos extrañan aplastar tus colillas.
Mi mente extraña tu sonrisa,
mis manos extrañan la suavidad de tu cara, lo rasposo de tu baraba.
Mis ojos extrañan los tuyos, mis labios extrañan….

Sentí como si despegara un avión.
Sentí como si te viera otra vez por primera vez.

Creo encontrarte detrás de mi todo el tiempo,
siento que me abrazas.
Siento tu respiración.
Hasta te imagino escondido en cada esquina
y que en cualquier momento saldrás a sorprenderme
con esa sonrisa tan tuya.

Extraño ver salir el humo de tu boca, tan liviano.
Tan liviano como las palabras que decías, las caricias que compartías.

Realmente no sé por qué te escribo.

Tal vez te escribo para que me asegures
que alguna vez me extrañaste,
tal vez para que me digas que extrañarte esta bien.
Tal vez para que me expliques por qué te extraño.

Tal vez me estoy volviendo loca y
nada de esto tiene que ver contigo.
Tal vez tengo que dejar que
el tiempo y el aire
se lleven este sentimiento,
que no debería de sentir, o por lo menos no por ti.

lunes, 10 de marzo de 2014

Soledad

Todo empezó hace como una hora.

“Mi soledad siempre ha pertenecido a ti”

No pensaba en alguien en especial, no pensaba.

Media hora después seguía sin pensar.

“Ya no se si he vivido diez mil días, o un día diez mil veces. Y te sumo a mi historia queriendo cambiar las pérdidas por creces”

¿Hacia quién van todos estos versos robados? ¿Hacia quién van todas estas llamadas perdidas?

Luego empiezo a pensar.

“me encuentro así perdida como una aguja en un pajar, con arenas movedizas me sumerjo en mi soledad”

Soledad, esa es una palabra muy intensa.
Dice que no hay nada, que lo hay todo.

Soledad.

Tal vez eso es lo que siento.
Soledad.

Pensé en otras cosas

“What if you never find the words to write about the things that weigh the heaviest on you?”

¿Qué fueron todas esas páginas manchadas de tinta?
¿Qué fueron todas esos días gastados en escribir?
¿Me quitan la soledad?
No lo creo, he hablado de soledad desde el comienzo.
Las palabras no la han sanado
¿qué lo hará?
Si las palabras no logran ésto.

“What words do justice to the shaking of a hand for the last time?”

Ahora para mi las palabras no logran nada, lo logran todo.

¿Qué pienso?
¿Qué he hecho?
¿Quién dijo que las palabras tenían que sanar?

Tal vez por usar palabras soy así.

“Maybe i’ll learn a magic spell. Maybe i’ll use it to change everything I’ve ever done”

Pero tal vez ya no hay vuelta atrás.
Encontré un refugio en las palabras y jamás podré salir de él.

Aunque no sane, aunque solo hiera.

¿Entonces que estoy haciendo?
¿Refugiándome en el dolor?
¿Qué dirás cuando leas estas palabras?
¿Sanarás?

“She is writing now. Then someone will ask. “just writing?” and someone else would respond, I guess so, just writing”

Tal vez solo escribo.
Nada de refugio,
nada de sanar.
Nada.
Solo escribo.

Todo empezó hace como una hora

“Mi soledad siempre ha pertenecido a ti”

No pensaba en alguien en especial, no pensaba.

Ahora horas después si pienso. Y sí.

“Mi soledad siempre ha pertenecido a ti”

Un cuaderno lleno de palabras. 
De refugios, de dolor, de sanación.

Pero

Tal vez…

Solo escribo.



Esa noche,
Café Tacuba.





Te necesito,
Shakira.


How do we write about our more important experiences.
http://thoughtcatalog.com/cody-gohl/2012/12/how-do-we-write-about-our-most-important-experiences/

Maybe its better this way.
http://thoughtcatalog.com/jeffrey-ellinger/2012/12/maybe-its-better-this-way/
    

lunes, 10 de febrero de 2014

Ni a Fritz

Aquí estoy yo tratando de no pensar en ti, pero entre mas pienso que no debo de pensar en ti, pienso mas en ti. Cada una de tus facciones se presentan en mi mente, destrozándome poco a poco. Deseo que estés aquí susurrándome cosas al oído como lo hacías antes de partir. Te deseo a ti, deseo tus manos, que se aferraban a mi cuerpo como espinas.

Recuerdo tus ojos. En los que podías ver lo que no existía, lo que no tenía forma, en donde predominaba tu tristeza. Una tristeza azul, casi negra que te cegaba de la felicidad en la que te encontrabas. Recuerdo tus manos, aunque rara vez las vi. Siempre escondidas en los bolsillos de tus pantalones, pero la sentí. Sentí el calor que producían, sentí tu nerviosismo, tu deseo.  

No recuerdo el sonido de tu voz. Te juro que la he estado buscando pero ésta mente está invadida de basura. Pensamientos que solo estorban, rencores y obsesiones, enojos y arrepentimientos. Tanta que no se por donde empezar a buscar a esa voz que me trasladaba a los lugares más recónditos del mundo, en donde solo estábamos nosotros. Esa voz mágica que cambia mi humor en un instante. Esa voz desapareció.

Pasan horas y sigo aquí mirando al techo pensando en cada momento que pase junto a ti. En cada sonrisa que intercambiamos y en cada sueño que compartimos. Pensado que tal vez tu voz este escondida por ahí .Los repaso uno por uno. Detalle por detalle, pero no la encuentro, intento que no se me escape nada, ninguna palabra, ninguna caricia. Pero tu voz se ha desvanecido de mi mente.

¿Sin tu voz que puedo hacer? Nada, no puedo recordar nada. Desvanecen todos esos susurros al oído, todos esos te quieros en alto, todas esas insignificantes conversaciones. Excavo hasta el rincón mas profundo de mi mente, quito y quito pensamientos que estorban pero no aparece por ninguna parte.

Intento dejar de pensar en ti. Intento que todo lo que recuerdo de ti se vaya para siempre de mi, para que deje de lastimarme, pero no puedo. Estas aferrado a mi como una espina, pero te extraño. Te extraño, hoy mas que nunca. Extraño tus brazos alrededor de mi las noches de lluvia, extraño el calor que sentía cada ves que despertábamos juntos. Extraño esas sonrisas que me dedicabas cada vez que nos despedíamos. Te extraño completo.